Para facilitar a los niños la anticipación de la actividad y el espacio donde se realiza, debemos establecer una rutina que repetiremos cada vez que los niños estén en el teatro. En nuestra escuela hacemos lo siguiente:

1. Intercambio de saludos entre la mascota y los espectadores
2. Recordatorio de las normas del teatro (habla la mascota):
1. el culo sentado
2. los ojos abiertos
3. las orejas atentas
3. Presentación de la obra de teatro por parte de la mascota
4. Representación de la obra
5. Verbalización, entre la mascota y los espectadores, de los acontecimientos, personajes... de la obra
6. Despedida de la mascota hasta la próxima representación

La presencia de una "mascota" o marioneta encargada de presentar todos los teatros y de actuar como vínculo entre los espectadores (niños) y los personajes del teatro, resulta muy positiva, tanto para que los niños se relacionen e interactúen más durante la representación como para que respeten más las normas (ya sabemos que lo que dice una mascota o marioneta, casi ningún niño lo discute).